Esperanza – Salmo 121

A las montañas levanto mis ojos;
¿de dónde ha de venir mi ayuda?
Mi ayuda proviene del Señor,
creador del cielo y de la tierra.

No permitirá que tu pie resbale;
jamás duerme el que te cuida.
Jamás duerme ni se adormece el que cuida de Israel.

El Señor es quien te cuida,
el Señor es tu sombra protectora.
De día el sol no te hará daño,
ni la luna de noche.

El Señor te protegerá;
de todo mal protegerá tu vida.
El Señor te cuidará en el hogar y en el camino,
desde ahora y para siempre.

"Inquieta y en calma" Jun Martinez

La Gracia nos persigue aún en los caminos más alejados, no duerme ni nos pierde de vista aunque todo parezca durmiente como en el invierno, cuando también el suelo es resbaloso, y nos cuida al dejar la casa, en nuestro recorrido y al volver. Eso es lo que me recuerda esta imagen que pinté encontrando esperanza luego de un momento de mucha incertidumbre y en un lugar nuevo y desconocido para mi. ¿Qué imágenes te trae a ti el salmo?

Sugerencia:
Frotar las palmas de las manos, hasta sentirlas calienticas, colócalas sobre los ojos (lavarse las manos antes) en la oscuridad que esto produce moviliza los ojos, toma tu tiempo.

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