Lamento – Marcos 9:24

—¡Sí creo! —exclamó de inmediato el padre del muchacho—. ¡Ayúdame en mi poca fe!


¿Qué potencial tienen las circunstancias sobre nuestra fe? Cuando todo marcha bien y nada nos falta (o sólo muy poco) es fácil confiar en Dios. Pero a las primeras de cambio, cuando se nubla el cielo y el escenario cambia, deja de ser sencillo.  Cuantas veces hemos orado reconociendo nuestra falta de fe. Ese tipo de oraciones son honestas. Parten de quienes somos y dónde estamos a Dios. Tal cual somos, sin filtros o retoques digitales. 
Señor perdona nuestra falta de fe. 
Señor perdona porque perdemos con facilidad la confianza en ti en medio de esta crisis de Covid-19. 
Ayúdanos en nuestra poca fe. 

Sugerencia:
Extiende tus brazos como alas, imagínate dos muros a tus lados, empújalos con tus palamas, éstos comenzarán a cerrarse.

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