Esperanza – Salmo 150
¡Aleluya! ¡Alabado sea el Señor! Alaben a Dios en su santuario, alábenlo en su poderoso firmamento. Alábenlo por sus proezas, alábenlo por su inmensa grandeza. Alábenlo con sonido de trompeta, alábenlo con el arpa y la lira. Alábenlo con panderos y danzas, alábenlo con cuerdas y flautas. Alábenlo con címbalos sonoros, alábenlo con címbalos resonantes. ¡Que todo lo que respira alabe al Señor! ¡Aleluya! ¡Alabado sea el Señor! Alabemos al Señor en nuestras cocinas, en nuestros sofás y camas, en nuestros mono espacios o espacios compartidos Alabemos al Señor al salir al mercado, cuando sacamos la basura, cuando abrimos las ventanas, en nuestras conversaciones. Alabemos al Señor con nuestras recetas, con los detalles de la casa. Alabemos al Señor con nuestros tele-cantos, tele-estudios, tele-trabajos Alabemos al Señor con nuestras fotografías y conversaciones de chat; con el café y el pan, al recordar con gratitud su obra en nosotros Alabemos su inmen